El árbol más antiguo de Portugal, con 2.850 años, fue certificado en Santa Iria da Azóia, Loures municipio, gracias a un metodo innovador desarrollado durante dos años por la Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro (UTAD) .
El olivo recibe el sábado un "certificado de nacimiento", un acto organizado por la Asociación de Protección del Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (ADPAC) Santa Iria da Azóia, uno de los 'culpables' de registro de citas.
El proceso comenzó mucho antes, cuando un hombre de negocios de comercio árboles ornamentales ahora deben ir acompañadas por una especie de certificado de edad. El empresario contactó UTAD, que desarrolló una técnica innovadora y el tamaño de los árboles que han sido patentadas, dijo a Lusa uno de los dos investigadores principales del método, José Luis Louzada.
Los árboles viejos se les asignó la fecha mediante la cuenta de los anillos, porque los árboles forma cada año un riesgo o por la técnica de medición del carbono 14, que tiende a disminuir con el paso del tiempo.
"Pero en cualquiera de estos métodos, el árbol no puede ser hueca: Sin leña porque no pueden contar los anillos, o saborear la parte más antigua del árbol, que ya no existe (por la técnica del carbono-14)", explicó el investigador.
La tercera metodología surgió entonces la hipótesis de que los árboles más viejos han dado el volumen o tamaño. Afrontar el clima portugués, los patrones de crecimiento fueron estudiados para determinar el tiempo que tarda un olivo alcanzar un cierto tamaño.
La fórmula final se logró con las conclusiones extraídas de las evaluaciones de más de 100 árboles y la "aleatoriedad" del estudio coinciden con la construcción de la presa de Alqueva, lo que obligó a la masacre de incontables especies, lo que facilita el trabajo de los investigadores UTAD.
El olivo silvestre que será certificado por ADPAC fue identificado, que en contacto con el empresario que había financiado la investigación y se convirtió en uno de los dueños de la patente.
Vida contemporánea
Ubicado en el barrio de Monte, en los restos de un antiguo olivar cerca de las ruinas del castillo de Pirescouxe, la base tiene una circunferencia de 10,15 metros (4,40 m de altura y 7,60 de diámetro x 8,40 dosel). La edad y la ubicación del árbol permite que lo identifica como uno de los pocos contemporáneos que viven Viriato es decir, un "testigo" de la resistencia lusitana a la invasión romana, las invasiones árabes, la reconquista cristiana y el nacimiento de la nacionalidad portuguesa.
José Luis Louzada cree que habrá un olivo más antiguo del país, pero cuyo propietario no ha accedido a la certificación. El investigador cree que en Tras-os-Montes y Beira Baixa hay castaños quizás antiguos, así como en Galicia.
'Vecinos' los investigadores han tratado de fondos europeos para probar la hipótesis, que aún no ha sucedido, agregó el investigador. Los líderes del estudio fueron José Luis Pacheco Marques y Louzada, los investigadores del Departamento de Ciencias Forestales y UTAD Arquitectura del Paisaje.
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